Comunicación jurídica: ¿Nos entienden quienes nos leen?
Resulta legítimo preguntarse, en tiempos caracterizados por una comunicación rápida y una tendencia hacia la claridad, si el complejo modo en el que nos hemos comunicado tradicionalmente los juristas continúa siendo válido, o si deberíamos adaptar el lenguaje jurídico a las actuales tendencias lingüísticas, sin, desde luego, sacrificar la precisión que la comunicación legal requiere siempre. Esta tarea de adaptación debería conllevar la participación de cada persona que tenga alguna responsabilidad con relación al Derecho.